sábado, 11 de julio de 2020

LAGRIMA


Junto a la cama
arrodillada
las manos acarician
la alfombra
el cuerpo casi desnudo
no siente
frío
hay calor que te mantiene
firme.

Está de pie
el cuerpo es tan largo
te cuesta llegar
al rostro
tira la ropa sobre la cama
la valija de cuero espera
¿tenés pena contenida?
¿es ruego?
¿alivio?
cuando te acuestes
quedará un vacío
en un pedazo de sábana celeste
almohada hundida
con la forma
de lo que ya no está.

El piercing con apariencia de lágrima
falsa pena
resalta tu ombligo
debajo el encaje negro
cubre tus partes
ya no serán suyas
¿hay dolor?

El agua corre por el cauce y se aleja
como debe ser
aunque busques sus ojos
arrepentidos
el vacío que te devuelven
es río seco
lo sabés
como un bálsamo de suspiro
te entregás a la plácida idea
de soledad.


Foto inspiradora: Lágrimas de Man Ray

sábado, 16 de mayo de 2020

COMO UN HOLOCAUSTO


Tan pequeño, microscópico
imperceptible y poderoso
un dios maligno
vuela libre en el aire
te sorprende en un beso
suspiro cercano
caricia dulce
un apretón de manos
se impregna en tu ropa
invade tus espacios
aferrándose a la vida
para tomar la tuya.

Enemigo silencioso, invisible
no hay forma de atacarlo
ni armas que lo aniquilen
el mundo se paraliza
la rutina cambia
debemos dar vuelta todo
escondernos en las trincheras
deshacer las conductas que nos hacían palpitar
desesperados por rozarnos, tocarnos
en la distancia del abismo
solo subsistir.

Marzo atípico
un mes largo como un siglo
y un siglo es cada día
los zapatos en la puerta
el jabón gastado
las manos agrietadas
fumigamos nuestras pertenencias
para salvarlas
salvarnos
de la peste que no cesa de atacar.

Nos confinamos en nuestras casas
zanjas defensivas de esta guerra sin soldados
guetos donde debemos permanecer confinados
las paredes son cárcel
presos encerrados con el asesino afuera
aislados
ignorantes de lo que realmente es.

Usamos bozales para no morder con nuestro aliento
vemos el amor a través de una pantalla
somos un cuadrado en un ordenador rodeado de cuadrados
buscando juntarse como sea posible
la voz tras el teléfono
el latido que nos reanima
solo así continuamos tratando de
sobrevivir.

¿Para qué?
¿acaso se extinguirá?
¿vendrá la cura milagrosa?
¿y el día después?
todo será como antes
¿lo será?
¿volveremos a castigar a la naturaleza?
la única que encuentra paz
en nuestro infierno
¿habremos aprendido algo?
o nos hacinaremos enajenados
retrocediendo en el tiempo
ignorando
ignorantes.

Marzo ha sido un siglo
seguimos por abril
el calendario pasa sus hojas
mientras las miramos
las rociamos con alcohol
contenemos la respiración
rezando no ser
un cuerpo apilado entre cientos de cuerpos
sin poder ser despedidos, velados
porque hasta en la muerte
contagiamos
sacrificados por la voluntad
del dios del mal, enemigo silencioso, asesino, peste
consumidos por el fuego
convertidos en cenizas
como un holocausto.


sábado, 2 de mayo de 2020

MÁS YO MISMA QUE NUNCA

Un camino oculto de niños y adultos
nadie me veía
ni se burlaba de la alocada manía de hablar sola
un paredón cubierto de arbustos con hojas de verde intenso

dividía mi yo
rodeada de mis amigas
sendero empinado, sentada en la bajada,
las flores campanita.

Ellas eran princesas
agraciadas con su cuerpo esbelto
y la piel aterciopelada
amazonas
guerreras indomables
un ejército azulado
niñas perdidas en el bosque
perseguidas por un ser malvado
indias salvajes
galopando con sus intrépidos caballos
a veces se enamoraban
otras luchaban
también lloraban
pero siempre triunfaban
ellas eran mis cuentos
inventados de la imaginación
que brotaba como un torrente
por mis labios.

Nadie se reía de mí,
era una niña plena
haciendo lo que más deseaba
feliz, viviendo en un mundo
de historias que se hacían reales
con solo contarlas
en voz alta.

Un día
no recuerdo cuál ni por qué
dejé de ir
supongo que crecí
el escondite se transformó en papel
mis palabras en letras
reviviendo aquella época
esa fotografía
donde por primera vez
fui más yo misma que nunca.

domingo, 19 de abril de 2020

LAS PALABRAS NO HACEN FALTA


Me habla en inglés. Es de origen indio, pero vive hace muchos años en Canadá.
La tez oscura, los ojos estirados y la paz que emana en los movimientos hacen honor a su origen.
Yo le hablo con mis escasos recursos.
Nos comunicamos.
El paisaje le trajo añoranza de su país natal. Los ojos negros reflejan melancolía.
Estamos rodeados de flores iluminadas en sus colores, el camino nos hunde en la vegetación y nos aleja del bullicio, una pequeña capilla inspira rezos a la naturaleza, grillos y aves crean cánticos inmaculados, el viento sopla con ternura, y un bicho nos roza en el ímpetu de su vuelo.
Es fácil alcanzar la conexión.
Las palabras no hacen falta.



Bitácora de viaje: Cataratas

domingo, 5 de abril de 2020

ARMONIA


Desde el puente, espío en el interior del río sereno, ya lejos de la estrepitosa catarata.
Algo se mueve, fijo los ojos hasta descubrir una tortuga de agua.
Se desplaza lento casi rozando el fondo. El líquido verdoso no se inmuta ante su deslizamiento,  imperceptible. Tan enorme y tan tranquila, no molesta, no invade, es parte.
Aterriza. Ya no la veo.
Ahora es una roca más.


Bitácora de viaje: Cataratas

jueves, 2 de abril de 2020

LA NOCHE ESTRELLADA


Había olvidado que el cielo hospedaba tantas estrellas. No necesitan voz, su brillo es un canto iluminado.

Recostada en la reposera, contemplo el techo oscuro salpicado con gemas preciosas. Me siento un planeta flotando en la gravedad del universo infinito.
Miro la pileta y veo la obra de Van Gogh. Si bien no hay un pueblo tranquilo y sombrío, es indudable que él habría pintado otro cuadro de noche estrellada igual al de este lienzo acuoso.


Bitácora de viaje: Cataratas





lunes, 30 de marzo de 2020

DESEO


Quiero ser roca
invadiendo tu orilla

apenas una
insignificante
ser parte de tu harén
una de tantas.

Mejor no
la de la punta
así me hundo primero
en tu agua blanca
ser la orilla
tu borde.

Espero me cubras completa
salpiques
tu intensidad
entre gritos de amor desatados
esa
una de tantas
única
para recibir todo.

Dejaré que me sueltes cuando el sol salga
te retires
para que él me seque
caliente
acaricie tibio
hasta tu regreso
y el círculo vuelva a comenzar.


Bitácora de Viaje: Montañas y Mar

domingo, 22 de marzo de 2020

SOMBRAS DE CUERPO NEGRO


Es grande, la intensidad del movimiento sobrevolando la sombrilla de la pileta donde estamos guarecidas, me lo hace notar.
Va y viene en su búsqueda. Creo que son dos que transitan el recorrido juntos.
Planean bajo, bastante para mi gusto.
No hablan, ni cantan, ni gruñen. Solo hacen sonar el aire con la potencia de sus alas. Lo rompen, lo parten.
Me avisan las ramas, que se han posado en el árbol cercano. Crujen por efecto del movimiento.
Mis oídos atentos siguen la escena.
Una sombra cruza hasta el otro extremo y otra la sigue. Sombra oscura de cuerpo negro.
Siento fascinación teñida con miedo. Dejo que el temblor de mis partes absorban ese ímpetu, sin moverme, mimetizada.
No supe hasta después que eran murciélagos. Mejor así.


Bitácora de viaje: Cataratas

sábado, 14 de marzo de 2020

PARECEMOS


Mar y cielo son uno
oscura el agua
se ilumina
no es igual
esas líneas blancas
espuma
volados del vestido
la realzan.

¿No lo ves?
parecemos
iguales
unidos
parecemos
no te confundas.

Alisada
imperceptible
sin viento que la agite
se desliza
lenta
aprovecha la noche
roza su techo
lo funde.

¿Te das cuenta?
el horizonte es
una ilusión
el borde no existe.

Tranquila
se desliza con su vestido de puntillas
alejada
retoma el regreso
a la orilla
rocas y arena la esperan.

¿Ahora lo entendés?
puedo estar
en tu límite
pero vuelvo
siempre vuelvo al otro lado
en cambio vos
perdurás en el mismo lugar.

Marea baja
ella apenas salpica
deja un rastro leve
huella de sirena
su canto cautiva.

¿Viste la diferencia?
yo tengo voz
a veces ruge
otras hechiza
vos sos mudez.

La mar
entre olas espumadas y corrientes que tiran
viene y va
juega, salta, canta
siempre única.

¿Te quedó claro?
la próxima vez
recordá
vos necesitás estrellas para iluminarte en mí
la luna para enamorarme
nubes para esconderte
yo te doy reflejo
soy espejo acuoso
tu sonido
juntos somos paisaje perfecto
parecemos fundidos, ensamblados
pareceremos
nunca olvides
yo sola            soy.


Bitácora de viaje: Montañas y Mar

jueves, 5 de marzo de 2020

TIME SQUARE

Te soñé muchas veces
te vi en la pantalla
te imaginé
impactante
aturdidor.

Nada se compara al momento
de estar en las noches
recorriéndote
envuelta en luces
destellos
ruidos
gente que te envuelve
te mimetiza.

No soy más yo
soy parte de aquello
que late
como un corazón acelerado.


Bitácora de viaje: Nueva York

sábado, 29 de febrero de 2020

SIETE COLORES


El agua recorre su lecho luego de volcar estrepitosamente desde la catarata.
Lenta, se mueve entre la bruma, las piedras y los juncos de la orilla.
Un murmullo de canto sagrado me llega.
De un lado veo colores: marrón de roca húmeda, verde potente de vegetación.
Del otro lado todo es blanco y negro.
En el medio, partiendo las dos mitades, se desliza un arco iris.

Bitácora de viaje: Cataratas



lunes, 24 de febrero de 2020

HUMANOS


Esto es como el andén del subte a las seis de la tarde, atestado de humanos. Ni hablar cuando te empujan para entrar al vagón.
¡Hola! ¿me escuchan?
Estamos en las Cataratas, en la pasarela rumbo a la garganta del diablo.
Camino lento en mi lugar de la fila. Desde la altura de este puente largo, eterno, sobrevolamos el río, su anchura, transparencia y luminosidad me encandilan.
Un hombro se apoya brusco sobre mi espalda, me tira a un costado para seguir su carrera rumbo al destino.
¿Acaso tenés un chip que no podés desconectar?
Me freno y me aferro a la baranda para contemplar cómo asoman los peces grandes. Sortean las rocas y se acompañan en un zigzag acompasado, pienso que pasaron por debajo de los pies, una sensación de temblor sacude mis partes. El susurro me recuerda que están en el agua, bien profundo, en el líquido cristalino, transparente.
Un grupo de humanos se acerca a paso excitado, sus voces amplificadas tapan el tintineo del líquido moviéndose lentamente. No miran a nadie, solo hacen lugar con sus brazos extendidos. Me desprenden, me alejan.
Pobres, ya a esta altura el enojo se transforma en pena. Tienen un destino grabado en el chip que les impide observar el camino. Ellos se lo pierden.
Vuelvo a acercarme al borde, A lo lejos hay saltos exuberantes y espumosos, no es la garganta pero son inmensamente bellos. Inclino mi cuerpo y miro hacia abajo. El agua es diáfana, puedo ver el mundo acuático tan ajeno al nuestro.
¿Cómo fue que giré de pronto y quedé mirando para el otro lado?
Otra vez los humanos, no entienden que acá el tiempo tiene otro ritmo.
Miro las rocas sueltas y otras agrupadas, algas oscuras, cardúmenes deslizándose sigilosos. La luz llega como un rayo e ilumina. Retomo el andar tratando de grabar las imágenes en mi mente, una tras otra van llegando, tan distintas y tan fascinantes.
Un brazo golpea mi cabeza, una foto, tienen que tomar una foto.
Si se arrancaran el chip, no sería necesario disparar con esa caja artificial.
Me falta poco para la escena final. El susurro del destino es cada vez más intenso. El tono se eleva, un canto grave, tenor potente, murmullo que se va volviendo grito. La interferencia de un pájaro da la nota suelta.
Dejo llegar rápido a los humanos, ellos no entienden. Hoy solo soy un ser vivo. Ya estaré en la punta, y podré descubrir su garganta abriéndose, escupiendo agua jabonosa, rugiendo como un animal salvaje.


Bitácora de viaje: Cataratas.

viernes, 21 de febrero de 2020

CATARATAS


Agua atronadora, ruido, música
clamor
agua vertida desde el río
torrente, grito
su voz, un coro de sirenas
solo ella
nada más se escucha.



Bitácora de viaje: Cataratas


lunes, 17 de febrero de 2020

MONADAS


El mono baja del árbol.
Monito, niño mono.
Los turistas lo siguen.
Indómito, bello, parece un pedazo de tronco desprendido. Lo delatan el pelaje blanco en sus cejas y cachetes, junto a la cola larga moviéndose como un brazo más.
Trepa a la baranda, se acuesta y posa. Mientras, las cámaras disparan sus monerías.

Bitácora de viaje: Cataratas

viernes, 14 de febrero de 2020

SILENCIO

Noche enmudecida, silencio dominante
acecha
silencio de grillos que intensifican el silencio
vacío
ocupa el espacio, llena el alma
vibraciones desde los pies
directo al corazón. 


Bitácora de viaje: Cataratas

miércoles, 12 de febrero de 2020

UNA PAUSA


 No avanza. Espero y nada. Me siento enlatada, una conserva en envase amarillo, pintoresco. Me relajo, estaré así hasta que se destrabe, y con esta inesperada nevada viene para largo. Hay una incontable fila de autos, juntos, casi pegados como un rompecabezas de cientos de piezas.
El conductor habla con su esposa, escucho la conversación. Ella lo reta, no se llevó el abrigo con esta tormenta, le pide que vuelva. Él le contesta tranquilo mientras chupa la bombilla de su segunda gaseosa en vaso de plástico. Me molesta ese ruido de final pero me callo. A él no parece importarle nuestra presencia, quizá está seguro de que no entendemos nada de su idioma, quizás ya está acostumbrado en esta vida encerrada. Total no nos volverá a ver.
¿Y si no existimos? El tiempo está detenido en esta larga cola, como si se hubiese esfumado. Ha desaparecido y quizás nosotros también. Por ahora resta esperar la llegada a la ciudad desconocida, dejar pasar las horas inútiles. El destino está cerca, lo sé, pero se me hace muy lejano. La ilusión del viaje casi se esfuma con el tiempo escurridizo, se olvida, se aburre, está en pausa.
Miro el vidrio cubierto de gotas escarchadas, suspiro. Saco una foto para que ese momento cobre vida eterna. Me detengo junto con las horas mientras espero el instante en que pondré play.

Bitácora de viaje: Nueva York