Un camino oculto de
niños y adultos
nadie me veía
ni se burlaba de la
alocada manía de hablar sola
un paredón cubierto de
arbustos con hojas de verde intenso
dividía mi yo
rodeada de mis amigas
sendero empinado,
sentada en la bajada,
las flores campanita.
Ellas eran princesas
agraciadas con su
cuerpo esbelto
y la piel
aterciopelada
amazonas
guerreras indomables
un ejército azulado
niñas perdidas en el
bosque
perseguidas por un ser
malvado
indias salvajes
galopando con sus
intrépidos caballos
a veces se enamoraban
otras luchaban
también lloraban
pero siempre
triunfaban
ellas eran mis cuentos
inventados de la
imaginación
que brotaba como un
torrente
por mis labios.
Nadie se reía de mí,
era una niña plena
haciendo lo que más
deseaba
feliz, viviendo en un
mundo
de historias que se
hacían reales
con solo contarlas
en voz alta.
Un día
no recuerdo cuál ni
por qué
dejé de ir
supongo que crecí
el escondite se
transformó en papel
mis palabras en letras
reviviendo aquella
época
donde por primera vez
fui más yo misma que nunca.
Muy bello!!
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