domingo, 5 de agosto de 2018

DETRAS DEL MURO


Una franja de rocas y tierra
un paredón irregular que divide
incógnita detrás
hasta ahí llega la mirada.

Son las mismas siempre con sus puntas irregulares
pequeños saltos en el murallón como una obra esculpida
cada amanecer es distinto según cómo juegue el sol
si asoman nubes pinceladas sobre el celeste
si se forman cúmulos que cubren como un sombrero
si el techo se oculta en un denso humo
si rugen rayos que encienden titilantes
veo ensombrecido pedazos de su cuerpo
zonas oscuras
contrastan con los fragmentos iluminados.

Qué hay del otro lado
mi curiosidad vuela ante imágenes pensadas
ellos me cuentan
me relatan sus viajes detrás del muro
pero no hablamos el mismo idioma
y yo los interpreto:

Palmeras, árboles frondosos y brillantes pájaros negros.

Desierto sombrío, desolado con esqueletos de arbustos gigantes y un pastizal seco.

La casa del sol donde habita hasta pasado el amanecer
muy luminosa por cierto tanto que llego a ver su resplandor.

La luna sustrae la morada con sus hijas brillantes
a la espera de la noche.

Pienso infinidad de ideas detrás del muro
tan alto que no me atrevo a subir
temerosa de encontrar allí
la línea
donde todo termina
en un abismo.


Bitácora de viaje: montañas y mar

domingo, 25 de marzo de 2018

NO TE ALCANZO


Salí a buscarte y me perdí entre senderos de ramas y arroyos cantores.
Un camino me separa de vos. Lo recorro y cuando creo llegar, seguís lejos.
Qué difícil es alcanzarte. Tu presencia me agobia, me siento pequeña.
Vos son tan grande, escarpada, oscura y luminosa.
No me desaliento, quiero alcanzarte.
Transito un camino sinuoso, ondulado.
Cruzo un arroyo finito que baja serpenteante por tu cuerpo. Te recorren hilos que se han escapado de la madeja. Sus aguas inquietas te acarician mientras susurran bellas melodías de instrumentos.
Piso el suelo pedregoso, encuentro flores, rosas y amarillas al costado del camino que sobreviven a tanta aridez.
Te huelo cerca, nunca dejo de verte.
Pero no te alcanzo.
Quiero recorrer tus laderas, aspirar tu olor, llegar a la cima y sentir el éxtasis de ser parte, una partícula minúscula de la tierra.




Vitácora de viaje: montañas y mar

sábado, 10 de marzo de 2018

REFUGIADOS


Pájaros emigran a la tierra prometida
construirán nidos con ramas caídas, donde pondrán sus huevos para reproducirse.

Pobres, no saben lo que les espera
ellos han construido un cerco de indiferencia
han quemado los árboles con egoísmo ardiente.


A dónde irán las aves cuando lleguen
se quedarán en la orilla contemplando el océano
muy largo y frío como para volverlo a cruzar
armarán nidos precarios con sobras de gestos humildes y solidarios
sobre la arena cálida que quemará
las ilusiones.

Están solos
ellos les han dado la espalda
no tienen patria, ni familia, ni Dios que los acoja
son aves perdidas sin llegada
ni regreso
viviendo en un eterno limbo

aferrados a la esperanza de encontrar una puerta
entre tanta pared
insensible

hallar el oasis
entre tanto espejismo
falso.

Están solos
ellos han cerrado los ojos
no tienen salida más que la espera
alrededor de una fogata de anhelos que los abrigue y alimente
bajo el techo de estrellas titilantes que iluminan
lo inevitablemente oscuro.

domingo, 7 de enero de 2018

RESPIRO MAR

Respiro
respiro
respiro
mar embravecido
me inflo
ondas de sal me recorren
exhalo
rugido de olas crecientes
respiro
músculos torturados
se mojan
ablandan
exhalo
torbellino de viento
respiro
las nubes se alejan impulsadas
pies sueltos se hunden en la arena
respiro
mar con caracoles rotos
fragmentos de momentos
se diluyen
encuentro
mi propia fuerza
soplo que ingresa y sale
expulsado
arena que se ablanda
suavizada
igual que mi cuerpo
convertido
en arcilla rompiente
espumada
permanezco
flácida
moldeada
los restos de mar recorren la piel
brisa en los órganos
una simple partícula libre
esperando la ola
me cubre
se va
respiro

no soy cuerpo.


Bitácora de viaje: montañas y mar