lunes, 17 de febrero de 2020

MONADAS


El mono baja del árbol.
Monito, niño mono.
Los turistas lo siguen.
Indómito, bello, parece un pedazo de tronco desprendido. Lo delatan el pelaje blanco en sus cejas y cachetes, junto a la cola larga moviéndose como un brazo más.
Trepa a la baranda, se acuesta y posa. Mientras, las cámaras disparan sus monerías.

Bitácora de viaje: Cataratas

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