A
través de los años, esa lívida
mujereidad
enroscándose, bizca,
en
laberintos de maquillaje, el velador de los aduares
incendiaba
al volcarse la arena, vacilar
en
un trazo que sutil cubriese
las
hendiduras del revoque
y,
más abajo, ligas, lilas, (…)
Devenir
Marta, Néstor Perlongher
El pecho
quemaba.
Se arrancó la
ropa
del cuerpo
erguido.
Bello tupido
asomó las
profundidades.
Se encorvó
quedando cerca
del suelo
la cara pudo
tocarlo
lamerlo
tierra húmeda y
seca,
instinto animal.
garras en las
manos
surcos en la piel tersa
colmillos en los
dientes
clavados en el cuello
largo y fino
hocico en la
nariz
olía sudor de cuerpo excitado
Finalmente brotó
de su garganta
aullido
bajo la luna
blanca y pura
testigo de la
transformación
hombre lobo animal
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