Empecé y terminé frente
al abismo
de gigantes elevándose
hasta el cielo
puntas ocultas en la
niebla blanca
desafiaron mis pies
firmes a que las descubriera
vértigo del ascenso tan
alto, tan empinado, tan roca viva
trepé hasta perder el aliento
llegué a sus bordes
encontré el final
la tentación
irresistible
desde las entrañas
caer, lanzarme como un
pájaro.
Empecé y terminé frente al abismo
de la inmensidad azul
extensa en playas de caliente
arena blanca
mis ojos se perdieron
en su recorrido hasta la línea del cielo
cómplice de la luz me
hipnotizó con su brillo cristalino
el viento lo elevó en
olas indomables que me quitaron el aliento
sentí el llamado en el
rugido constante
me dejé cubrir por su
espuma salada
y las corrientes profundas
me impulsaron a su centro
hasta ser gota en la infinitud
de sus aguas.
Empecé y terminé frente
al abismo
en el medio
la búsqueda constante
decisiones que agobian
el desgaste de
responsabilidades que enfrento
la rutina de los días
desgaja mi piel en
hojas
el cansancio me aplasta
hasta tocar el fondo
lo oculto
trepar por mis partes
escarpadas
contemplar la
biblioteca
me pesa de tanta letra
escrita
las venas explotan
de la inspiración que
pugna
en palabras que
expresan.
Lo sé
cuando la piel se seque
hasta resquebrajarse
y la tinta se evapore
buscaré el abismo que
siempre me espera
en un nuevo viaje.