sábado, 10 de mayo de 2014

LA TORTUGA

No me miren desde arriba, altaneros.
Yo estoy al ras de la tierra,
soy parte de ella.
Su vibración habla.
Comparte su agua pura.
Las plantas cobijan, y sus perfumes alegran.
Me mimetizo con las rocas y evito al enemigo.
Ustedes desde las alturas,
miren cuánto se pierden.

No se rían porque me escondo.
Yo tengo un lugar propio donde cobijarme.
No le temo a la soledad, es mi aliada.
Cuando quiero,
salgo, observo, comparto.
Si me cansan, largos y engreídos,
me aparto.
Refugiada en mi interior,
junto a los pensamientos, a las letras, con el silencio,
dentro de mi hogar, rozando la tierra a la que pertenezco.
Hasta que me llega la inspiración que ustedes, ensordecidos por la ciudad y sus ruidos,
pasan por alto.

No se burlen porque voy lento.
Yo también llegaré a la meta,
pero primero habitaré el camino.
Soy y seré parte todo el tiempo.
Elegiré el mejor cruce,
beberé las vertientes de sus ríos,
contemplaré el cielo enrojecido por el amanecer.
La luna me dará su brillo,
el sol calentará mis entrañas,
las montañas compartirán su grandeza.
Ustedes que andan apurados llegarán primero,
pero se perderán de vivir la magia del trayecto.

No crean que por ser dócil y pequeña podrán tenerme de mascota.
Me escaparé las veces que quiera,
me esconderé en los rincones más inhóspitos,
me encerraré en mi casita ambulante.
Y perduraré.
Con la libertad de mis decisiones,
con la calma de lo cotidiano,
con la energía vibrante y sabia
que sólo tenemos los que pertenecemos a la tierra.

viernes, 2 de mayo de 2014

YO EN EL FONDO DE MI SER

En el fondo de mi ser
hay recuerdos sueltos,
y otros encerrados en una caja fuerte.

Hay pasado hecho polvo impregnado en las paredes,
y también lo hay como fotos enmarcadas.
Las acomodo en un estante para que queden decorosas.
Está el que se proyecta, recreando cada instante vivido.

Las emociones vuelan por mi espacio y sus recovecos, ninfas atrevidas.
Pujan por salir.
A veces se cansan y se duermen sobre el pasto fresco,
el agua de una cascada las arrulla.
Está la que se aviva y sale sola para apoderarse de la superficie.

Un trono de oro y piedras preciosas se encuentra en el centro,
para que pueda permanecer el tiempo que quiera.
Y descansar
mientras los pensamientos, pájaros de alas coloridas,
buscan a esas ninfas impertinentes,

Por momentos, nubes densas y grises crecen
en mi techo,
y lloran la tristeza
de los instantes.
Rayos y truenos también aparecen,
esos días en que el mundo se empecina en contradecirme.
Esos días,
viajo el fondo de mi ser
para apaciguarme en silencio,
en una noche sin estrellas.

Pero el agua caída le hace bien a mi tierra.
Las semillas germinan,
me lleno de árboles frondosos
y flores rozagantes,
mientras el sol calienta,
a veces tibio
a veces intenso.
Y en la superficie,
mi rostro agradecido, sonríe.